Ubicado en la región del Ariari, Mapiripán es una zona del departamento del Meta que ha emergido como un territorio promisor en la producción de cacao fino de aroma. Su cacao se cultiva principalmente por comunidades que han apostado por la transformación social y económica del territorio, dejando atrás dinámicas de conflicto y violenia para construir un nuevo futuro desde la tierra.
Los cacaos de Mapiripán se derarrollan en suelos fértiles, rodeados de biodiversidad y bajo prácticas agroecológicas. Esta combinación permite obtener granos con un perfil sensorial definido, con una amargura agradable, ideales para la producciónd de chocolate de calidad.
Además del valor técnico, este origen representa un compromiso con la sostenibilidad y la justicia social. Muchos de los cultivos pertenecen a asociaciones de pequeños productores que promueven el comercio justo, la capacitación técnica y el cuidado del medio ambiente, lo que convierte al cacao de Mapiripán en un ingrediente con propósito.
Elegir cacao de Mapirpán es apostar por u origen auténtico, resiliente y de gran calidad, perfecto para quienes valoran tanto el sabor como la historia detrás del chocolate.
Un perfil con notas intensas y equilibradas, ideal para desarrollos de chocolate con carácter y autenticidad.
Kakaolate trabaja de la mano con comunidades de Mapiripán, muchas de ellas conformadas por madres cabeza de hogar y ex-cocaleros en búsqueda de nuevas oportunidades. Cada grano de cacao es parte de un proceso que transforma realidades, fomenta la paz y apuesta por un futuro más justo a través de la agroindustria sostenible. Esta es nuestra forma de hacer chocolate: desde el respeto por la tierra y el compromiso con la gente.